A todo el mundo le gusta que internet vaya cada vez más rápido y cuando se queda ‘pillada’ una página se les pasa por la cabeza estampar el móvil contra la pared. Por lo que no es ninguna sorpresa ver a las compañías de telecomunicaciones trabajando para que así sea.
Muchos aparatos (teléfonos, ordenadores, cámaras de seguridad, cerraduras, productos de domótica…) se conectan a la vez, requiriendo una estabilidad constante. Para que eso ocurra y el ancho de banda no colapse se necesita un tipo completamente nuevo de señal inalámbrica. Ahí es donde aparece el 5G.
La «G» significa «Generación». La tecnología para teléfonos comenzó con el 1G y, al comienzo de los 90, se expandió al 2G, lo que permitió que la gente enviase SMS entre dos dispositivos. El 3G dio a las personas la capacidad de hacer llamadas, enviar mensajes de texto y navegar por internet. El 4G permitió que muchas de esas posibilidades se pudiesen hacer más rápido.
Entonces apareció el Long Term Evolution (LTE), al 4G. El LTE se convirtió en la modalidad de 4G más consistente y más rápida. El 5G será construido sobre los cimientos que creó el 4G LTE. El 5G hará más sencillo que la gente descargue y suba contenido en Ultra HD y vídeo en 3D.
La velocidad de transmisión del 4G LTE hoy llega hasta el gigabit por segundo. Lo que significa que se tarda en torno a una hora en descargar una película relativamente corta en HD. El problema es que la gente rara vez experimenta la velocidad máxima de 4G porque la señal puede ser alterada por edificios, microondas, señales de wifi…
¿Cuánto aumentará la velocidad?
El 5G aumentará la velocidad de descarga hasta 10 gigabits por segundo. Esto significa que una película entera en HD puede ser descargada en cuestión de segundos.
¿Cómo funciona?
Los teléfonos son como radios de doble sentido. Cuando llamas a alguien, el móvil convierte la voz en una señal eléctrica, la transmite hasta la torre de telefonía más cercana, la torre rebota la señal hasta que finalmente alcanza al receptor.
Cuando una nueva tecnología de transmisión inalámbrica llega al mercado se le asigna una frecuencia más alta. Por ejemplo, el 3G ocupa la frecuencia de bandas hasta los 20Mhz. En el caso del 5G, probablemente acabe en la banda que llega hasta los 6Ghz. Estas nuevas tecnologías ocupan bandas superiores porque no están ocupadas y mueven la información a más velocidad. El problema es que las señales con frecuencias más altas no viajan tan lejos como las más bajas, así que necesitarán varias antenas que probablemente se usen para ampliar la señal allá donde se ofrezca 5G.
¿Cuándo estará disponible?
La mayoría de expertos predicen que no estará completamente disponible hasta 2020. Aunque merecerá la pena porque este tipo de conexión es cada vez más necesaria, y si queremos una visión de futuro donde millones de dispositivos permanecen conectados a la red, hace falta un nuevo protocolo, el 5G.
Tomado de https://www.20minutos.es/